Sitio agradable, cerca de Marbella y del centro comercial. El camping es tranquilo. Tiene más parcelas con sol que con sombra pero el clima de la zona no es muy caluroso y cuando se va el sol suele refrescar.
Lo peor del camping claramente es el restaurante por sus horarios, personal incompetente y sobretodo por sus precios.

En camping esta bien, muy tranquilo, lo que es el restaurante muy caro y encima empiezan a dar de comer a las 15:00 horas

Personal muy atento. Buena relación calidad precio. Sanitarios correctos y limpios, el problema es su ubicación junto a la autovía. Super peligroso entrada y salida en autocaravanas y que decir si vas en caravana. Playa lejos al otro lados de la autovía y fea.

El camping en sí está bien, es pequeño, Lo mejor la amabilidad del personal un 10, la piscina regular tiene una grande y una infantil, está lleno de caravanas fijas, todos extranjeros que hacen lo que le da la gana, el de la parcela de al lado con perro que lo deja suelto por la noche, he visto algun inglés tirando el poti en los aseos apesar de tener un lugar apropiado para ello etc... Nos alojamos sólo 2 días por este motivo nos vamos, la salida a la playa unos 20 \' andando parte del recorrido al lado de la autovía con setos y arbustos que te impiden caminar correctamente, aunque la playa está muy bien, no tiene animación y la estancia se hace quizás demasiado tranquila, si el camino a la playa estubiera mejor sería una opción, Lo mejor del camping el personal.

He entrada hoy al camping y después de hacer poda en los árboles con el techo de mi autocaravana y no poder girar en las calles por estrecho y porque me pegaba el culo en el suelo, me fui. Parece un camping abandonado. Las calles con baches y muy estrechas. La gente utiliza dos parcelas, una para la autocaravana y la de al lado para sentarse. El agua y luz necesitas cable y manguera muy larga. Vamos, que da pena el camping. Más pena me da a mi que he rallado todo el techo de mi autocaravana y para salir he tenido que ir levantando las ramas con las manos para no rallar los laterales. De vergüenza